La Hortaliza Infravalorada que No Puede Faltar en Tu Cocina»
La escarola, a menudo eclipsada por la popularidad de la lechuga, es una hortaliza versátil y nutritiva que merece un lugar destacado en nuestra dieta diaria. Esta hortaliza de hojas rizadas y ligeramente amargas es famosa por su resistencia al frío, lo que la convierte en un alimento estrella durante los meses de invierno. Aunque tradicionalmente se asociaba con la temporada fría, hoy en día se puede encontrar en los mercados durante todo el año. Su bajo contenido calórico y alto porcentaje de agua la hacen perfecta para dietas de control de peso.
Origen y Variedades
La escarola pertenece a la familia de las achicorias (Cichorium endivia), y entre sus variedades más conocidas se encuentran la escarola rizada y la escarola lisa. Las primeras presentan puntas dentadas y tallos ramificados, lo que les da un aspecto similar al de otras verduras de hoja verde, pero con un sabor ligeramente más amargo. Esta característica amargura se equilibra perfectamente con otros ingredientes frescos, como el tomate y la cebolla, en las ensaladas.
Propiedades Nutricionales de la Escarola
Una de las principales razones por las que la escarola se ha ganado un lugar en las mesas de todo el mundo es por sus impresionantes propiedades nutricionales. Es rica en fibra, lo que la convierte en un aliado perfecto para quienes buscan mejorar su digestión y evitar el estreñimiento. Tal como mencioné en mi experiencia, el alto contenido de fibra no solo alivia el estreñimiento, sino que también mejora el funcionamiento digestivo en general.
Además, la escarola es baja en calorías, compuesta principalmente por agua, lo que la hace ideal para quienes buscan perder peso sin sacrificar sabor ni nutrientes. Su alto contenido en antioxidantes como los betacarotenos y la vitamina C también la convierte en una aliada para el cuidado de la piel, protegiéndola contra el envejecimiento prematuro.
Beneficios para la Salud de la Escarola
Uno de los aspectos más destacados de la escarola es su capacidad para regular la glucosa y el colesterol en el cuerpo. Como compartí antes, la escarola ayuda a prevenir enfermedades como la diabetes y problemas cardiovasculares al mantener estos niveles bajo control. Esta característica la convierte en una hortaliza muy valiosa para quienes buscan mejorar su salud a largo plazo.
El contenido de ácido fólico en la escarola es otro de sus puntos fuertes, especialmente para las mujeres embarazadas o aquellas que buscan mejorar su salud reproductiva. Al igual que otras verduras de hoja verde, este alimento también es una excelente fuente de minerales como el calcio y el fósforo, fundamentales para mantener huesos fuertes y saludables.
La Escarola en la Cocina
El sabor de la escarola puede ser un poco fuerte para algunos paladares, pero esto se puede equilibrar con ingredientes dulces. Por ejemplo, en casa, me gusta añadir un toque de granada o manzana para compensar su amargura y crear un contraste de sabores. Incluso frutos secos como las nueces o las almendras funcionan muy bien en ensaladas de escarola, aportando textura y un extra de nutrientes.
Además de las ensaladas, la escarola también se puede utilizar en otros platos, como sopas y guisos, especialmente durante el invierno, cuando su resistencia al frío y su disponibilidad la convierten en un ingrediente perfecto.
En resumen, la escarola es una hortaliza multifacética que no solo aporta sabor a nuestras comidas, sino también una gran cantidad de beneficios para la salud. Ya sea que estés buscando perder peso, mejorar tu digestión o cuidar tu piel, esta hortaliza es una excelente opción. No dudes en incluirla en tus ensaladas o platos cocinados, añadiendo ingredientes que compensen su amargor para disfrutar de una comida saludable y deliciosa.
Receta de Ensalada de Escarola con Granada y Vinagreta de Miel
Ingredientes:
- 1 escarola mediana
- 1 granada
- 50 g de nueces picadas
- 50 g de queso fresco o feta (opcional)
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de vinagre de manzana o balsámico
- 1 cucharada de miel
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones:
- Preparar la escarola:
- Lava bien la escarola y sécala con papel de cocina o en una centrifugadora de ensaladas.
- Corta las hojas en trozos medianos y colócalas en una ensaladera.
- Desgranar la granada:
- Corta la granada por la mitad y saca los granos, asegurándote de eliminar las membranas blancas.
- Añadir los ingredientes:
- Incorpora los granos de granada, las nueces picadas y el queso fresco o feta en la ensaladera con la escarola.
- Preparar la vinagreta:
- En un bol pequeño, mezcla el aceite de oliva, el vinagre, la miel, la sal y la pimienta.
- Bate bien con un tenedor hasta emulsionar.
- Aliñar y servir:
- Vierte la vinagreta sobre la ensalada justo antes de servir.
- Mezcla suavemente para que todos los ingredientes se impregnen bien del aliño.
Tiempo estimado: 15 minutos.
¡Una ensalada refrescante, crujiente y llena de contrastes de sabor, perfecta como entrante o acompañamiento!